Hoy en día, no existe un modelo único de enfermera en atención primaria, ya que en función a las necesidades de cada centro de salud, posibilitan distintas modalidades, desde enfermera pediátrica con dedicación completa a dicho sector de población a enfermeras que se encargan de todo el grupo familiar o las que tienen sólo actividades específicas, por ejemplo, vacunación, como hacen las enfermeras que forman parte del grupo de salud escolar.
La función profesional de la enfermera pediátrica se dirige a la promoción y cuidado de la salud en la infancia y adolescencia, para lo que resulta relevante el trabajo en grupo con el pediatra, estipulando criterios unificados, concordar en el fondo y en la forma y una dedicación completa a la población pediátrica.
La principal responsabilidad son los destinatarios de sus servicios: el niño y la familia. El personal de enfermería tiene que trabajar con la familia, reconociendo sus objetivos y necesidades y planear las intervenciones de la mejor forma posible para solucionar los problemas definidos.
La enfermera tiene que hacer uso de sus conocimientos para adecuar los procedimientos utilizados de modo que logre el mayor bienestar físico y emocional del pequeño.
Como educadora eficiente, la enfermera tiene que brindar la información apropiada y fomentar el intercambio y el repaso de forma generosa para asegurar el aprendizaje.
La enseñanza necesita de parte del personal de enfermería {una capacitación previa adecuada|un estudio previo adecuado|una preparación previa adecuada, mediante un curso de pediatría superior, debido a que tiene que transmitir la información de manera clara y satisfactoria para el niño y la familia.
La misión principal del enfermero pediátrico es restablecer la salud a través de tareas asistenciales.
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