La gestión de personal representa el conjunto de actividades que desarrollan los trabajadores, que una compañía precisa para alcanzar sus objetivos.
Para poner en funcionamiento a las personas de una compañía es preciso definir las políticas de personal, y acoplar las labores sociales teniendo en cuenta los objetivos de la empresa.
En muchas empresas la tarea administrativa se origina como producto de normativas jurídicas o proceso estructurado por técnicas.
Asimismo, la logística común en la actualidad es la respuesta a la inquietud de la actividad diaria con unos reflejos más operativos que estratégicos. Y la adopción de un procedimiento u otro influye en la gestión de recursos, porque si en el primer caso pensamos que la compañía se encarga de definir una estrategia, esto es en precisar las reglas de personal y articulación de funciones sociales, y, para ello emplea métodos que derivan en labores administrativas, reglamentarias e instrumentales, necesariamente en este caso la compañía se preocupará por integrar metas personales y, se preocupará por sus proyectos individuales y trayectorias profesionales. Pero si se decide por el segundo procedimiento, en el cual las labores reglamentarias, instrumentales...son el resultado la mayoría de las veces de métodos definidos con antelación, la compañía priorizará sus propios objetivos tratando de asegurar el clima social y equilibrio que se precisa.
La problemática en la gestión de personal consistiría en priorizar los propósitos de la empresa o a los del empleado. Resulta evidente que, en caso de oposición frontal, se dará comúnmente preponderancia a la compañía.
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